EL NÚMERO 22


Tanto las personas 22 como las 44 han nacido con uno de los potenciales vibratorios más fuertes que se conocen, de manera que llevan en su interior una verdadera Central de Energía.

La fuerza que generan va dirigida especialmente, aunque no únicamente, a la consecución de logros materiales y pueden alcanzar posiciones muy destacadas en el mundo de las finanzas, la política, la industria, el arte, o dondequiera que se desenvuelvan, porque no hay obstáculo que no puedan salvar ni persona que los detenga en su camino para lograr sus objetivos.


Pero diferentemente de los 11 o los 33 que centran sus esfuerzos primordialmente en alcanzar la superación espiritual y son más pasivos, ilusos y soñadores, los 22 y los 44 logran fusionar casi siempre su ambición de mando, éxito, riqueza y poder con el altruismo y la grandeza que caracteriza a las V.M., o sea, que estos números simbolizan el poder puesto al servicio del espíritu.


Estas personas han nacido para crear, elaborar y ser a la vez idealistas; para construir con los pies asentados en tierra, el pensamiento puesto en las mejoras que pueden llevar a cabo en beneficio de los demás y el espíritu orientado hacia las alturas. Para comprender esta hermosa fusión no hay que olvidar que el 22 está formado por un 11 duplicado, (el espíritu) que se transforma en 22. (fuerza y materialismo).


La fortaleza, perseverancia, pujanza y capacidad de realización de estas personas deben ser empleadas en la planificación de grandes proyectos, sin intervenir en su ejecución material. Su talento no debe desperdiciarse en pequeñeces, porque tienen la facultad de percibirlo todo en grandes términos.


Han nacido con el poder de amasar grandes fortunas y el dominio de todo lo demás les viene por añadidura. Pueden alcanzar las más altas posiciones en la escala social y el poder, pueden hacer y deshacer imperios y convertirse en personas que triunfan en todo lo que hacen, pero tienen que tener presente que su triunfo estará en la cooperación de fuerzas, personas y elementos, en los cuales deben apoyarse.
 
Su intención de participar en operaciones de progreso social y material o movimientos altruistas que trabajan por la evolución del hombre deben constituir la meta de sus ambiciones


Estarán así en paz con su conciencia y disfrutarán de los beneficios que les reporten su poder, su fortuna y su prestigio. Cumplirán así también con la obligación cósmica de un 22 que le exige vivir no sólo de sueños e ilusiones, sino también de realidades.


Toda persona que acumula poder y dominio sobre los demás corre el riesgo de que los acontecimientos escapen a su control y le desborden, debido a flaquezas o fallos humanos. En el caso del 22 y el 44 el primer y más grave error que pueden cometer, sería que ambición se desboque y pretendan llegar a la cima sin importarles si los medios son lícitos o no, ni tampoco si usan o destruyen a quienes se interponen en su camino. Este 22 o 44 es el más peligroso de todos.

Inflexible y despiadado no conoce escrúpulos, ni tiene consideración si su ambición o codicia se desata. Abusa de su poder y puede mostrarse cruel, ruin y mezquino. No hay que olvidar que la fuerza de esta Vibración puede llevarlos a excesos, tanto para bien como para mal, o pueden caer en la parte negativa del Número Base ahogándose en las dudas, el miedo al fracaso, inmovilizados por sus propias represiones.